Hate Crimes
Enquesta de Pro Igual sobre delitos basados en el odio
Nace una Fiscalía para perseguir delitos basados en el odio a la diferencia
La delegada de la especialidad asegura que la idea es visibilizar a las minorías y que sepan que sus derechos están amparados
14.04.2013 | 22:13
JOSÉ ANTONIO SAU El odio al diferente es una constante desde el principio de los tiempos. Pasó entre los romanos y los germanos, los egipcios y los judíos y así sucesivamente con las civilizaciones de todas las épocas, alcanzando su cénit con el tristemente célebre Holocausto. Ahora, con la intención de proteger a las minorías étnicas, raciales, sexuales, a colectivos de discapacitados o enfermos o a quienes se consideran ofendidos en su sentimiento religioso nace la Fiscalía delegada para la tutela penal de la Igualdad y contra la Discriminación, un área cuya representante en Málaga será la acusadora pública María Teresa Verdugo Moreno.
Esta delegación surge después de que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, nombrase a Elvira Tejada como fiscal de Sala para la Igualdad, de tal forma que une esta función a la que ya desempeñaba como responsable de Delitos Informáticos. En todas las fiscalías provinciales de España ambas disciplinas van unidas, pero en Málaga, con su enorme carga de trabajo, densa y compleja, se han separado por motivos evidentes. El incansable Jacobo Fernández-Llébrez seguirá dirigiendo Delitos Informáticos.
Ya con el mapa nacional de fiscales contra el odio dibujado, Verdugo explica que su actuación se circunscribirá a perseguir delitos relacionados en 13 artículos concretos del Código Penal, o específicos, y en otros más genéricos pero cometidos sobre la base de un odio a la diferencia.
Los grupos protegidos siempre son, indica Verdugo, «en función de la raza, la etnia, la nacionalidad, el sexo, la orientación sexual, una enfermedad o minusvalía o incluso la pertenencia a una confesión religiosa».
Entre esos delitos específicos se encuentran la amenaza con un mal específico a un colectivo; la tortura basada en la discriminación, lo que se daría por ejemplo si un funcionario o una autoridad abusara de su cargo y sometiera al miembro de una minoría a sufrimientos físicos o mentales, o a condiciones o procedimientos que atenten contra su identidad; la discriminación en el empleo privado o público por ideología, religión o creencia; o la provocación al odio.
En este último campo, se trata de determinar si alguien o un colectivo promueve el odio o la violencia contra grupos y asociaciones. También se persiguen las difamaciones e informaciones injuriosas, la denegación de prestaciones públicas o privadas a alguien perteneciente a una minoría, por ejemplo cuando se le niega una indemnización o una prestación a la que tenga derecho a una persona por su condición ideológica, sexual o étnica. «En este caso podríamos hablar de un colegio concertado que impida matricular a su hijo a una pareja de lesbianas, por ejemplo», dice Verdugo.
En el ámbito privado, se castiga por ejemplo que un hostelero se niegue a hacer el banquete de boda de una pareja gay –son ejemplos concretos– o de unos inmigrantes. Casi todos los delitos tienen prisión, alerta Verdugo, quien recuerda que en el caso de un negocio existe una pena de inhabilitación de uno a cuatro años. Es decir, se cierra el local y a otra cosa.
Se castiga asimismo la asociación ilícita para promover la discriminación, y hay todo un catálogo de delitos contra los sentimientos religiosos, como interrumpir una ceremonia, profanar templos o hacer escarnio de una creencia. Hay duras penas para quienes difundan ideas o doctrinas que justifiquen el genocidio –ojo, no que lo nieguen– o para los que actúen para exterminar a un grupo. En total, son 13 artículos específicos del Código Penal los que sustentarán los expedientes judiciales que manejará Verdugo. «También nos encargaremos de todos los asuntos de delitos básicos en los que concurre la agravante de que el ilícito se cometa por razón de la raza o del sexo, por ejemplo unas lesiones», recalca la acusadora.
Ahora, esta delincuencia estará monitorizada por la misma persona, desde la denuncia a la sentencia. La experiencia ha demostrado que la especialización fiscal logra mayor eficacia que la dispersión. ¿Por qué se crea la Fiscalía? «Primero, esto es una forma de homologar las legislaciones a la legislación europea; en Alemania hay una regulación muy fuerte al respecto, están muy sensibilizados con que puede acabar muy mal el permitir que germinen conductas que en un principio parecen inofensivas. Hay que ponerles freno. Son legislaciones que en Francia o Alemania están muy consolidadas. Ahora, hemos modernizado la legislación, dando amparo a sensibilidades antes no recogidas en el Código Penal», precisa.
En Málaga no hay un problema con estos delitos, pero es importante que exista una Fiscalía así para erradicar cualquier semilla de odio a la diferencia. «Estas conductas a efectos estadísticos no son relevantes en Málaga. Éste es un sitio con una mentalidad abierta, tolerante, llevamos mucho tiempo recibiendo gente, y hay una convivencia pacífica. Pero hay gente que no sabe que ciertas conductas están amparadas por el Derecho Penal», indica.
Esas minorías, viene a decir Verdugo, han interiorizado y etiquetado como normales conductas sufridas que para nada lo son. Y ahora deben saber que esta Fiscalía las persigue y tratará de castigarlas, lo que es una forma de hacer que se vean estos grupos. No se podrá reunir con todos los colectivos, porque el universo de posibles beneficiarios de la actuación de esta Fiscalía es inmenso, pero Verdugo entiende que la idea es que esta población conozca el servicio, y sepa «que las vulneraciones de sus derechos fundamentales están amparadas en otras instancias, y en el derecho penal, y cuando se vean afectados o sea necesario sepan que la Fiscalía les apoyó».
En Barcelona, pionera en implementar una Fiscalía de este cariz, la especialidad está funcionando muy bien y sacando mucho trabajo, en parte porque el área se ha convertido en una referencia y mucha gente se dirige directamente a ella para denunciar, y por otro lado porque es una provincia con una gran conflictividad social de carácter étnico. Málaga se suma a la vanguardia contra el odio.
Imagen: GREGORIO TORRES. María Teresa Verdugo Moreno, nueva fiscal delegada para la Igualdad.
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